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Teología bíblica - T. D. Alexander

Definición


La Biblia es una biblioteca única de textos religiosos. La Teología Bíblica enriquece nuestra comprensión de esta biblioteca al explorar cómo los diferentes libros bíblicos contribuyen a su mensaje teológico global y cómo, a su vez, este mensaje global influye en nuestra apreciación de cada libro.


Resumen


La disciplina de la Teología Bíblica afirma la unidad teológica del Antiguo y el Nuevo Testamento, al tiempo que reconoce la diversidad de los libros bíblicos en cuanto a su contenido, género y procedencia. Afirmando la naturaleza divinamente inspirada de toda la Biblia, la disciplina de la teología bíblica intenta explicar cómo esta notable antología de textos religiosos transmite un mensaje teológico unificado. En respuesta a quienes descartan la idea de una teología única que abarque toda la Biblia, los defensores de la teología bíblica se centran en la coherencia del relato bíblico de la historia redentora. La teología bíblica explora la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento basándose en conceptos como el de promesa-cumplimiento y la tipología.


La expresión "teología bíblica" se utiliza de diversas maneras. Algunos escritores modernos la emplean para denotar cualquier interpretación teológica de un texto bíblico, pero tradicionalmente "teología bíblica" se refiere al "mensaje teológico global de toda la Biblia". Esta última interpretación presupone que los libros que componen la Biblia están lo suficientemente unificados como para ofrecer una teología coherente.


A menudo pensamos que la Biblia es un solo libro, pero en realidad es una antología de escritos religiosos más breves que fueron compuestos en distintas lenguas por diferentes autores que utilizaron distintos géneros literarios a lo largo de muchos siglos. La propia naturaleza de la Biblia supone un desafío inmediato para quienes sostienen que tiene una perspectiva teológica unificada. Sin embargo, el propio testimonio de la Biblia es que, aunque diferentes autores humanos compusieron estos escritos, estaban tan influenciados por Dios que toda la colección de escritos tiene una autoridad y unidad que proviene de su autor divino.

 

Oposición a la teología bíblica


Como disciplina teológica, la teología bíblica ha tenido una historia accidentada. En los siglos XVII y XVIII, la teología bíblica estaba estrechamente alineada con la teología dogmática o sistemática. La teología de la Biblia se explicaba en varios temas, normalmente unos 24, y se reunían textos de prueba de toda la Biblia para ilustrar cada tema.


A partir de finales del siglo XVIII, el estudio académico de la Biblia estuvo muy influido por ideas que socavaron el concepto de una teología única que abarcara tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Se argumentaba que los diferentes libros de la Biblia, al haber sido compuestos durante un largo período de tiempo por una variedad de personas, reflejaban diferentes teologías que eran incompatibles. Desde principios del siglo XIX en adelante, los estudiosos críticos argumentaban que la Biblia se enfoca mejor como un libro fuente que ilustraba cómo la religión de Israel evoluciona y cambia a lo largo de los siglos.4 Incluso se consideraba que el Nuevo Testamento estaba lejos de ser consistente teológicamente. A la luz de esto, la Biblia no podía ofrecer una teología única y completa.


En este contexto, hay que afirmar que hacer "teología bíblica" es una actividad confesional que reconoce la autoridad única de la Biblia como palabra inspirada de Dios. Entender que la Biblia es la Escritura inspirada por Dios (2° Tim 3:16) proporciona legitimidad a la idea de una teología única que abarque toda la Biblia.


¿Complementario o contradictorio?


A menudo se argumenta que la diversidad de los libros bíblicos en términos de género y procedencia socava la viabilidad de tener una teología única para toda la Biblia. Si bien es cierto que los libros de la Biblia no son homogéneos, producto de un único autor humano, la erudición crítica llega a diseccionar textos bíblicos unificados para propagar la idea de teologías dispares. Lo que puede entenderse como complementario se toma a menudo como contradictorio o incompatible.


Un ejemplo de ello son los primeros capítulos del Génesis. Mientras que el capítulo 1 presenta una imagen de Dios trascendente, que supervisa toda la creación desde la distancia, el capítulo 2 destaca la idea de la inmanencia divina cuando Dios encuentra cercano a la pareja humana en el Jardín del Edén. La idea de que Dios es trascendente e inmanente se refleja en la forma de nombrar a Dios en cada capítulo. En el capítulo 1 se utiliza el término hebreo genérico ʾĕlōhîm, traducido como "Dios", mientras que en el relato del Jardín del Edén de Génesis 2 se prefiere el nombre personal YHWH, a menudo traducido como "Señor". Colocados uno al lado del otro, los dos capítulos ofrecen imágenes complementarias de Dios, destacando aspectos diferentes, pero compatibles, de su naturaleza. Aunque algunos sostienen que las dos descripciones de la creación en Génesis 1-2 reflejan teologías opuestas, es evidente que el autor del Génesis pretende que sus lectores vean los dos relatos como complementarios. En conjunto, ofrecen una teología única que es más rica y sofisticada que cualquiera de los dos relatos por separado. Los defensores de la teología bíblica deben resistirse a menudo a las tendencias reduccionistas que no hacen justicia a la forma en que los textos bíblicos describen la complejidad de la naturaleza y las acciones de Dios.


Unidad en la diversidad


A la hora de evaluar la variedad de libros que componen la Biblia, puede resultar útil compararla con un cuerpo humano. Como organismo que funciona, el cuerpo muestra la unidad en la diversidad. Una mano es muy diferente de un ojo, pero ambos son componentes importantes del cuerpo. Una contribuye al sentido del tacto; la otra proporciona el sentido de la vista. El cuerpo necesita de ambos para estar completo. Del mismo modo, la teología de la Biblia se enriquece con la diversidad que se complementa. A veces, como las ruedas dentadas de un reloj, los textos bíblicos pueden incluso parecer moverse en direcciones opuestas. El libro de los Proverbios insinúa con fuerza que el comportamiento justo será recompensado por Dios. En marcado contraste, el libro de Job ofrece un crudo recordatorio de que incluso el más justo de los hombres puede sufrir terriblemente. Job parece contradecir las enseñanzas de Proverbios, pero las diferentes perspectivas que ofrecen ambos libros se equilibran mutuamente. A pesar de las afirmaciones en contra, cuando se interpreta correctamente la Biblia ofrece una teología única y sorprendente.


Una historia global


En los últimos años ha aumentado el interés por la teología bíblica al reconocerse que desempeña un papel vital para ayudar a los cristianos a comprender mejor toda la Biblia como Palabra de Dios. Mientras que la teología sistemática ofrece una destilación de la verdad bíblica organizada en categorías específicas, la teología bíblica se centra en la gran historia que se desarrolla desde el Génesis hasta el Apocalipsis, intentando explicar cómo se puede entender mejor la Biblia a la luz de su diversidad literaria y de los acontecimientos históricos que registra. Mientras que la teología sistemática da importancia a las afirmaciones dogmáticas o a las verdades proposicionales, la teología bíblica adopta un enfoque narrativo al tratar de describir los contornos de la revelación bíblica, descubriendo la historia de cómo Dios ha interactuado con los seres humanos en el pasado y de cómo actuará en el futuro. Este enfoque narrativo tiene la ventaja de explicar la diversidad dentro de la Biblia mostrando cómo las cosas se desarrollan y cambian a través del tiempo. Proporciona una comprensión de la historia redentora. Es una interpretación de la historia que presupone la realidad histórica de los acontecimientos registrados a lo largo de la Escritura.


En su libro La misión de Dios, Chris Wright destaca la importancia de la Biblia como relato. Observa que vivimos en un "universo de historias". Las historias que contamos conforman nuestra comprensión del mundo que nos rodea. La verdad llega a través de las historias. Las historias, sin embargo, son mucho más que los fríos hechos. Afectan a nuestras emociones y dan forma a nuestra imaginación. Pueden influir en nuestro comportamiento. A la luz de esto, no es de extrañar que gran parte de las Escrituras estén en forma de historias y que la Biblia, en su totalidad, cuente una historia convincente o metanarrativa sobre la relación de la humanidad con Dios. Es importante que esta historia global establezca una visión cristiana del mundo, abordando cuestiones fundamentales cómo: ¿Dónde estamos? ¿Quiénes somos? ¿Qué ha fallado? ¿Cuál es la solución?


Reconociendo la dimensión narrativa de la teología bíblica, varios estudiosos han tratado de identificar los temas adecuados que unen los textos bíblicos de manera significativa. Algunos abogan por un tema único y general, mientras que otros prefieren reconocer la existencia de temas paralelos. Dada la naturaleza multitemática de la historia bíblica, muchos estudiosos han elaborado monografías sobre temas concretos que apoyan la unidad teológica de la Biblia, sin pretender que un solo tema deba considerarse prioritario sobre todos los demás.


Promesa y realización


Toda historia tiene un comienzo. Los primeros capítulos del Génesis preparan el terreno. Describen cómo se rompe la relación divino-humana establecida por Dios en la creación. La traición de Adán y Eva a Dios en el Jardín del Edén tiene consecuencias que cambian la vida de todo el mundo. Al no ejercer su autoridad sobre la misteriosa serpiente, que se opone a Dios, hacen caso a la criatura y no al Creador. Por desobedecer a Dios, son castigados, al igual que el que instigó la rebelión. Con la debida ironía, Dios pronuncia que la serpiente, identificada en otros lugares como el diablo o Satanás, será finalmente derrotada por un descendiente de la mujer (Gn 3:15). Esta solemne promesa marca el inicio de una historia que, en el Génesis, traza un linaje único de descendientes que acabará conduciendo al asesino de la serpiente. A medida que se sigue la línea de la descendencia de Eva, se introducen más promesas divinas, creando expectativas futuras sobre un rey único que mediará la bendición de Dios a las naciones. La narración continúa en los libros de Génesis a Samuel que vincula estas promesas a la dinastía davídica. En última instancia, encuentran su cumplimiento en Jesucristo. Abordado de esta manera, el Antiguo y el Nuevo Testamento están unidos por el concepto de cumplimiento de promesas.


Tipología


Desde otra perspectiva, la historia bíblica global tiene una dimensión tipológica. Graeme Goldsworthy ofrece una útil introducción a la dimensión tipológica de la gran historia en su libro, Christ-Centered Biblical Theology: Hermeneutical Foundations and Principles. Según Goldsworthy, la historia bíblica comienza con la creación y, tras las trágicas consecuencias de la expulsión de Adán y Eva del Edén, tiene un nuevo comienzo con la llamada de Abraham y el pacto que Dios establece con él. Este pacto sustenta el éxodo de los israelitas del cautiverio en Egipto y la vinculación del pueblo redimido a las instrucciones del pacto dadas por Dios a través de Moisés en el Monte Sinaí. Esto, a su vez, apunta a la responsabilidad del pueblo de Israel hacia su Dios cuando éste los lleva a la Tierra Prometida, les da posesión de ella, levanta un rey y establece Sión y su templo como el punto focal de la presencia de Dios entre su pueblo.


Goldsworthy observa cómo los acontecimientos que van desde la creación hasta la construcción del templo de Jerusalén constituyen un modelo para las esperanzas escatológicas de los profetas, que esperan un segundo éxodo que conduzca al pueblo a vivir con Dios en una nueva Jerusalén extraordinaria. En este sentido, Goldsworthy interpreta los escritos post-exílicos como una indicación de que el regreso de Babilonia a finales del siglo VI a.C. no cumplió las expectativas utópicas de los profetas. Las expectativas proféticas apuntan al advenimiento de un rey davídico único que gobernará en nombre de Dios como un segundo Adán. Este rey gobernará finalmente sobre todas las naciones, llevando a cabo el plan redentor de Dios. Todo ello culminará con la recreación de la tierra, que dará lugar a que Dios habite con la humanidad redimida de todas las naciones.


El enfoque tipológico de Goldsworthy permite a los lectores de la Biblia ver cómo los acontecimientos relacionados con el rescate por parte de Dios de los israelitas de la esclavitud en Egipto y su posterior asentamiento en la tierra de Canaán proporcionan un tipo para la mayor salvación que viene a través de Jesucristo. Utilizando la tipología, el autor de Hebreos compara el nuevo pacto que Jesús inaugura con el antiguo pacto del Monte Sinaí. Sostiene, entre otras cosas, que Jesús es un sumo sacerdote mejor que el sumo sacerdote levítico porque Jesús ha entrado en el templo celestial, del que el tabernáculo terrenal es sólo "copia y sombra" (Heb 8:1-13).


Conclusión


El estudio de la teología bíblica no es un fin en sí mismo. Es más bien una herramienta para comprender mejor la Biblia como Palabra inspirada de Dios. La teología bíblica nos ayuda a ver el panorama general, a apreciar los temas que mantienen unida la Biblia, a entender cómo se desarrolla la historia, a ver cómo las promesas del Antiguo Testamento, expresadas a veces a través de pactos, se cumplen en Jesucristo, como se atestigua en el Nuevo Testamento, y a apreciar cómo el Antiguo Testamento proporciona patrones o tipos que explican los desarrollos posteriores de la historia.


El estudio de la teología bíblica consiste en comprender cómo cada parte de la Biblia contribuye de manera distintiva a la historia general de la Biblia y cómo la conciencia de esta historia informa nuestra comprensión de cada parte de la Biblia. Cuando se logra esto, la teología bíblica está fuertemente centrada en Cristo.


Lecturas recomendadas


T. Desmond Alexander and Brian S. Rosner, eds. The New Dictionary of Biblical Theology. Leicester: IVP, 2000, está organizado en tres secciones: una serie de artículos que abordan diferentes aspectos de la teología bíblica; una revisión de los libros bíblicos, destacando su contribución distintiva; una serie de artículos que analizan temas que se encuentran en toda la Biblia.

   

Para conocer una variedad de estudios temáticos que contribuyen a nuestra comprensión de la teología bíblica, consulte la serie, editada por D. A. Carson, Nuevos Estudios en Teología Bíblica, publicada por Monte Alto Editorial 2021-.


En un nivel más introductorio, vea la serie, editada por Dane C. Ortlund y Miles V. Van Pelt, Estudios Cortos en Teología Bíblica, publicada por Proyecto Nehemías.


Para obtener una bibliografía anotada sobre libros relacionados con la teología bíblica, consulte la NIV Biblical Theology Study Bible 101 Books in Biblical Theology: An Annotated Bibliography.


  • Beale, Gregory K. El Templo y la Mision de la Iglesia: Una teologia bíblica de la morada de Dios.  Nuevos Estudios en Teologia Biblica. Colombia: Monte Alto Editorial, 2021.

  • Hamilton, James M. La Gloria de Dios en la Salvación a través del Juicio. Colombia: Monte Alto Editorial, 2021 (Volumen 1), 2023 (Volumen 2).

  • Schreiner, Thomas R. El Pacto y el Propósito de Dios para el Mundo. Estudios Cortos en Teologia Biblica. Proyecto Nehemías, 2021.

  • Wright, Christopher J. H. La Misión de Dios: Descubriendo el Gran Mensaje de la Biblia. Argentina: Ediciones Certeza, 2009.

  • Roberts, Vaughan. El Gran Panorama Divino: La Biblia de Comienzo a Fin. Peru: Libros Gran Panorama, 2010.

  • Goldsworthy, Graeme. Estrategia Divina: Una Teologia Biblica de la Salvacion. España: Andamio, 2011.

  • Wright, Christopher J. H. La Misión de Dios: Descubriendo el Gran Mensaje de la Biblia. Argentina: Ediciones Certeza, 2009.

  • Alexander, T. Desmond. The City of God and the Goal of Creation. Wheaton: Crossway, 2018.

  • ———. From Eden to the New Jerusalem: An Introduction to Biblical Theology. Grand Rapids: Kregel, 2009.

  • Alexander, T. Desmond, and Brian S. Rosner, eds. The New Dictionary of Biblical Theology. Leicester: IVP, 2000.

  • Bartholomew, Craig G., and Michael W. Goheen. The Drama of Scripture: Finding Our Place in the Biblical Story. Grand Rapids, Mich.: Baker Academic, 2004.

  • Bauer, Georg L. The Theology of the Old Testament; or, a Biblical Sketch of the Religious Opinions of the Ancient Hebrews from the Earliest Times to the Commencement of the Christian Era. London: Charles Fox, 1838.

  • Davidson, Richard M. Flame of Yahweh: Sexuality in the Old Testament. Peabody: Hendrickson Publishers, 2007.

  • Duvall, J. Scott, and J. Daniel Hays. God’s Relational Presence: The Cohesive Center of Biblical Theology. Grand Rapids: Baker Academic, 2019.

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